lunes, 2 de septiembre de 2024

Tatuajes del Alma: Reflejos de Autenticidad y Memoria



 Voy a necesitar más que piel y tinta para grabar en mí todas las cicatrices que la vida deja al pasar. Son esas marcas invisibles que se clavan en el alma, profundas y permanentes, más reales que cualquier tatuaje. Son los recuerdos que, sin tinta ni agujas, se imprimen en cada rincón de nuestro ser, dejando huellas indelebles que no se borran con el tiempo.


Vive, entonces, de manera que cada día seas el artífice de esas marcas, que cada mirada al espejo te devuelva la imagen de un ser auténtico, sin máscaras, sin pretensiones. Un ser que se atreve a ser íntegro en su verdad, que encuentra en cada cicatriz un motivo de orgullo, un reflejo de su valentía. 


Y que al final del día, cuando el sol se hunda en el horizonte y la oscuridad te rodee, no haya necesidad de disculpas, ni de explicaciones. Que en ese momento de quietud y soledad, sientas la paz de quien ha vivido sin remordimientos, fiel a sí mismo, dejando que las experiencias vividas se conviertan en el tatuaje eterno de su existencia. 


Así, el alma se llena de esas cicatrices, de esas vivencias que no necesitan ser vistas para ser sentidas, porque perduran más allá del cuerpo, más allá del tiempo. Y es en ese tatuaje invisible donde se revela la esencia de quienes somos, auténticos y sin arrepentimientos, llevando con nosotros cada recuerdo como una marca de nuestra historia.

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