Perder por conocer nunca es perder. Nos han programado para existir en off, en piloto automático, y eso es lo más peligroso de todo . Vivimos en un constante ruedo, dando vueltas sin sentido, sin atrevernos a mirar al abismo . Porque ir al límite, contemplar el vacío, es una de las experiencias más excitantes que podemos vivir . Pero desplegar un puente nunca será lo mismo que crearlo para caminar sobre el vacío .
El miedo a caer o no caer nos paraliza, nos hace dudar. ¿Probar o no la manzana? Las creencias que nos inculcan nos apartan del verdadero conocimiento, del camino hacia una plenitud mayor . Desde el fondo, todo comienza con un salto al vacío . Y si logramos entenderlo, veremos que cada uno de esos saltos, cada caída, nos rompe y nos reconstruye, dejándonos cicatrices que nos transforman en lo que somos hoy . Cada versión de nosotros mismos es el resultado de esas pequeñas y grandes caídas, de esos fragmentos que hemos recogido en el camino .
A medida que avanzamos en la vida, la soledad se convierte en una maestra . Nos enseña a caminar por nuestra propia senda, a enfrentarnos a nosotros mismos . Esa soledad, la única compañera incondicional, es la que nos preparará para el último viaje, cuando dejemos este plano . Y es en esa preparación donde debemos soltarnos, liberarnos de las cadenas emocionales que nos atan a otros, y amarrarnos firmemente al puerto seguro de nuestro propio ser . Soltarnos a la marea de la vida, a la pasión de vivir, a los orgasmos que nos sacuden el alma .
Soltar, soltar y soltar la cordura, pero siempre manteniendo un pie en la tierra firme de nuestro ser . Muchos propósitos quedan sin realizar, hundidos en la monotonía, fallecidos en la falta de espontaneidad . Perder la vida sin vivirla, eso sí es perder . Vivir a través de los demás es el mayor fracaso . Los problemas siempre estarán ahí, seguirán persiguiéndonos . Pero lo importante es encontrar la paz mental, probar sin miedo, porque probar nunca será perder .
La vida es un viaje lleno de saltos al vacío, de caídas y ascensos . Cada experiencia nos moldea, nos hace quienes somos . Es en ese constante proceso de rompernos y reconstruirnos donde encontramos nuestra verdadera esencia . Así que, suéltate, vive, prueba. Porque en ese acto de probar, de arriesgarse, de sentir el vértigo del abismo, es donde realmente encontramos la plenitud, donde dejamos de existir en piloto automático y comenzamos a vivir de verdad .
No hay comentarios:
Publicar un comentario