En el jardín del deseo, somos viento y llama,
bailando sin cadenas bajo la luna azul,
nuestros cuerpos se buscan, se encuentran, se reclaman,
en un susurro dulce, en un grito sin tabú.
La piel es mapa antiguo, recorrido sin prisa,
donde navegan besos y caricias febriles,
cada curva y pliegue, una promesa lisa,
de amores infinitos, de sueños tan sutiles.
El roce de tus manos, un fuego que avanza,
desata tempestades en mares de pasión,
libres somos aves en un cielo sin balanza,
volamos sin temores, sin duda ni razón.
Amar en libertad es un rito sagrado,
una danza etérea entre estrellas fugaces,
nuestra unión es canto, un poema callado,
que en el aire vibra, entre almas voraces.
Sin ataduras, somos esencia y verbo,
fundidos en el éxtasis de un amor sin final,
cada beso es eterno, cada abrazo, un recuerdo,
somos fuego y viento, una mezcla abismal de vida y libertad....
Por Juan Camilo Rodríguez⁂