jueves, 23 de junio de 2016

Refugiados en el Alma...

Refugiados en el Alma...

Ajenos y lejanos, nos encontramos refugiados en el fondo de nuestra alma. Nos acecha el temor a aprender demasiado, al conocimiento que se convierte en el techo de nuestros sueños, limitando lo que creemos posible. Tememos a ese dios que nos enseñaron como sinónimo de amor, pero que también es la figura del juicio. Cada vez que intento hablar, amar o simplemente intentar, me siento invadido por una ola de temores.

Nos embarcamos en la vida con la determinación de conquistarla, pero esos temores nos siguen, como sombras persistentes. Las palabras que ya hemos escrito son las que nos acechan más, mostrando que nuestra historia se desarrolla en círculos viciosos. Lo vivido siempre dejará marcas sobre las huellas que ya caminamos, ajustándose a nuestras propias tallas, sin importar cuán lejos intentemos huir.

En nuestra memoria, alojamos dioses, creencias y fe, aferrándonos a una verdad muy propia. Sin dudarlo ni un instante, creemos en estas verdades, esperando que no sean solo utopías. El ateo, por ejemplo, vive de sus propias creencias, sin rendirse al mundo de una fe ciega, aunque esta fe sea ciega a cualquier otra realidad. Por otro lado, el cristiano rinde toda su fe a algo que, aun sin ver, sabe que siempre estará con él. Ambos, temerosos de dejar de creer o de comenzar a hacerlo sin siquiera saberlo.

Estamos temerosos de nuestros propios miedos, o peor aún, de vivir atrapados en ellos. Tememos al amor, o tal vez, a la idea de sentirlo realmente. El pasado es otro de nuestros grandes temores. Nos atrapamos en él, olvidando que el presente es el verdadero campo de batalla.

Cada uno de estos temores nos define y nos limita, pero también nos empuja a buscar algo más. La búsqueda de una verdad propia, de un refugio seguro en medio del caos, se convierte en nuestra constante. A veces, esa búsqueda nos lleva a lugares oscuros, pero también nos da la fuerza para seguir adelante.


Por: Juan Camilo Rodriguez .·.

No hay comentarios:

Publicar un comentario