El Grillete del Tiempo.........
A veces, siento que vivimos en una fantasía cuidadosamente tejida. Una fe ciega a la realidad, creando destinos propios y alejándose de las razones. Este camino se convierte en un terreno inexplorado por la mente, sumiso a pensamientos difusos que transitan lo real, pero huyen de la verdad. Al final, todo se convierte en una simple historia, una narrativa que aceptamos sin cuestionar.
¿Alguna vez te has preguntado cómo comenzó realmente la vida? No, no me refiero a la versión que conocemos. Varios seres se encontraron en este planeta, algunos esclavos, otros conquistadores. Siempre hablamos desde la perspectiva humana, pero, ¿cómo sabemos que no empezamos como una raza esclavizada por otros? Aquellos primeros seres entendieron la diferencia entre evolucionar con la Tierra y evolucionar en la Tierra. Crear un rebaño era más productivo que fomentar una conciencia de evolución.
Despertar a esta realidad aún nos cuesta. Los vestigios de esas primeras razas aún existen, siendo los reptiles los más prominentes. Ingenuamente pensamos que desaparecieron o que dejaron de evolucionar, solo para satisfacer nuestro ego existencial.
¿De dónde surgieron conceptos como el poder, el dinero, la religión, la ambición y la política? Todos son herramientas de control, cercos del rebaño. Algo diseñado para mantenernos alejados de nuestras verdaderas raíces. Cada paso que damos, cada decisión que tomamos, está orquestada por aquellos que controlan los hilos de nuestra existencia.
Pensar que somos el centro del universo fue el primer error. Ubicarnos sobre las demás especies fue el siguiente. Sentirnos superiores fue parte del plan, porque mientras la conquista persistiera, la evolución estaría en manos de unos pocos. Surgieron las bases del cerebro primitivo: reproducción, alimentación y supervivencia. Estos instintos marcaron la pauta para dominarnos desde el inicio.
¿Qué somos realmente? ¿De dónde venimos? Estas preguntas filosóficas siguen sin respuesta. Varias órdenes y grupos han intentado descifrar la verdad: masones, rosa cruces, templarios. Pero seguimos obedeciendo ciegamente.
"La verdad siempre te libera". Este es el legado más profundo de nuestras razas creadoras. Pero, si las verdades nos dominan, entonces son ellas las que permiten el poder sobre nuestras mentes. Dale a alguien una verdad en la que creer y controlarás su vida. Dale una realidad y tendrás un buscador sin fe.
Recuerdo una noche mirando el cielo. Imaginaba galaxias distantes, estrellas, planetas... A millones de años luz, reflejaban un cielo que solo obedecía al tiempo humano. Tal vez esos mundos ya no existían, pero su luz seguía viajando hacia nosotros. Este pensamiento me hacía sentir pequeño, insignificante.
La teoría de la relatividad nos dice que ningún objeto material puede alcanzar la velocidad de la luz. Si lo lográramos, viajaríamos con nuestro propio tiempo, regresando para encontrar que todos habrían envejecido o muerto. Imaginemos que nuestro Sol y nuestra Tierra reflejan momentos diferentes para aquellos que nos observan desde lejos. Tal vez somos solo un reflejo cósmico que ya no existe.
Para estas primeras razas colonizadoras, el tiempo fue el mejor grillete. Darnos un reloj en la muñeca y en el cuerpo fue su forma de controlarnos, envejecernos. Sexo, dinero, religión... dejaron de ser sinónimos de evolución. La ecuación de la vida fue descifrada, y nosotros dejamos de ser una variable independiente.
Hominis dominatur animo superanda et generi, solum creat vincula conscientiae...
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