jueves, 23 de junio de 2016

Pasión de Ti...


En el silencio de tus ojos, donde las palabras sobran y las miradas se convierten en una danza de pasión, encuentro un universo que me envuelve, que me arrastra sin remedio. Es en el satín de tu rostro donde mi corazón se agita, al ritmo de una melodía que solo tú y yo podemos escuchar, una sinfonía de deseos que crece con cada suspiro.

Navego tu respiración como quien se deja llevar por el compás de las olas, sintiendo cómo cada curva de tu cuerpo se dibuja en mi mente, cómo te estremeces de excitación al ser trazada por mis manos. Tus labios, que guardan el sabor de lo prohibido, aumentan la intensidad del momento, y en cada beso profundo, sucumbo a la tentación que has sembrado en mí. Es en esa tormenta de besos, donde la razón se disuelve, donde el pudor se rinde ante el fuego que hemos encendido.

Tus pechos, que eclipsan todo a su alrededor, claman por ser dibujados con besos, como un lienzo que espera ser tocado por el pincel del deseo. Y tu ombligo, ese punto de encuentro entre el cielo y la tierra, aguarda el ocaso de mi cuerpo sobre el tuyo, cubriéndote de mí, haciéndonos uno en ese instante eterno.

Tus piernas, sincronizadas con el péndulo de la pasión, marcan el tiempo de este ritual que no conoce el descanso. Cada movimiento es un aliento, cada aliento una agonía deliciosa de emoción. Mis manos dibujan caricias que son más que simples roces, son trazos de un arte que solo nosotros comprendemos. Mis dedos, hábiles, estimulan sensaciones que nos llevan a lugares donde el tiempo pierde su significado.

Nuestros cuerpos arden, pero no se queman. Se agitan, pero no descansan, porque en este viaje no hay lugar para la quietud. Escribimos páginas de sonrisas en el aire, mientras nuestros labios se encuentran en lienzos en blanco, pintando con cada beso una nueva historia de pasión. Porque el final, amor mío, no se escribe en líneas, sino en caricias que estremecen las olas que somos tú y yo, navegando juntos, siendo uno solo al hacer el amor.


Por: Juan Camilo Rodriguez Garcia


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